Una idea para el blog.

Intentaré ponerme en contacto con afectados, para que el que quiera aportar su experiencia a este blog, (poniendo a la edad que empezó con el SII, y la edad que tiene en este momento)...puedan hacerlo, mandándolo a esta dirección de correo .... alma_yaiza@yahoo.es y yo lo publicaré en el blog para que su testimonio quede aquí plasmado, firmando la entrada con los datos que esa persona me quiera dar. Con esto intento hacer ver a las personas que entren a leer el blog, que aún sufriendo el mísmo síndrome...cada uno de nosotros, lo sufrimos de diferente manera. Espero así poder aportar más datos, a modo de diario, basándonos en cada uno de nosotros...de como nos afecta, pues no siempre afecta del mismo modo a una persona que a otra. Esperando vuestras respuestas os doy las gracias de antemano. (Todas las entradas irán firmadas por la fuente....ó persona que nos la proporcionó..)

ASOCIACIONES DONDE TE PUEDES DIRIGIR

ASOCIACIÓN COLON IRRITABLE CATALUÑA www.aacicat.org _ ASOCIACIÓN MADRILEÑA SÍNDROME INTESTINO IRRITABLE http://www.amasii.org/

domingo, 8 de marzo de 2009

Testimonio de María

Padezco SII-D.

Mi comienzo con la enfermedad se remonta a finales del año 97 y principios del 98. Tenía 15 años, ahora tengo 26.

AL principio apenas apreciaba los síntomas, si bien, en algún momento me encontraba “distinta”, (pues siempre mis intestinos habían funcionado correctamente) pero no era un motivo de preocupación.

Poco a poco, y sin saber porqué fui experimentando unas sensaciones de descontrol intestinal, molestias provocadas por los gases…todas esas sensaciones que me hacían pensar que aquello era un caos, y que como no, eran socialmente muy incómodas puesto que aparecían cuando menos lo esperaba, generalmente por las mañanas aunque más tarde podía ser bueno cualquier instante para que ese malestar entrara en acción.

Se convirtió en un problema para mí a partir del momento en que fui consciente de que aquello escapaba a mi control, y el estar en un sitio, donde socialmente tienes que guardar la compostura, y seguir unas normas y sentir incomodidad, conocí por primera vez la ansiedad con la que mis síntomas se daba estrechamente la mano y formaban el ciclo vicioso del que a todos nos han hablado alguna vez.

A raíz de esto poco a poco mi carácter y mi rutina fueron cambiando, ya que me alejaba de todas aquellas situaciones a las que asociaba tales síntomas, en las que sabía que iba a tener la necesidad de huir, a las que veía como una amenaza.

A todo esto yo no dejaba de sentirme “un bicho raro”, y me avergonzaba muchísimo, nunca iba yo a imaginar que aquello tenía nombre y apellidos, SII, y que no era yo sola la persona que lo padecía.

Desde entonces, todas las conductas que he ido aprendiendo para defenderme de lo que yo consideraba una amenaza, el miedo a hacérmelo encima, a no controlar la situación, a tener que salir huyendo de algún lugar, el tener que dar explicaciones de lo que siento o dejo de sentir, el que nadie lo entienda, el miedo al ridículo, pesan sobre mí como una losa.

Las visitas al médico eran continuas pero ningún tratamiento ni medicación daba resultado y ni siquiera me explicaron lo que me ocurría. Transcurridos unos 6 años sentía la necesidad de recurrir a ayuda psicológica, y ahí fue cuando conocí a Piedad, una psicóloga estupenda que me trató muy bien y me explicó que lo que me estaba quitando el sueño se llamaba síndrome del intestino irritable. A partir de ahí me busqué un especialista digestivo que concluyó con el diagnóstico del SII.

Tratamientos he tenido muchos, y efectivo ninguno. Si es cierto que la tranquilidad para mí es algo que me mejora muchísimo pero no me lo radica, por lo que recurro a tomar tranquilizantes, para el dolor normalmente no toma nada, me aplico calor seco, para los gases tampoco.

En cuanto a las comidas, lo único que no pruebo son las legumbres, por lo demás no tengo problema e intento no tomar bebidas gaseosas.

A las únicas pruebas que me he sometido han sido las de la intolerancia al gluten y salieron negativas.

Es difícil asumir que tienes que vivir con una dolencia crónica que afecta tanto físicamente como psicológicamente, y superar todas las limitaciones que a veces y muy a nuestro pesar nos creamos nosotros mismos. En mi caso, creo imposiciones que me marco de manera inflexible, y que a veces por no estar en condiciones de realizar, por causa de los síntomas de la enfermedad me causa insatisfacción y frustración.

Paso de situar las cosas de un extremo a otro, que las cosas no pueden cambiar, que es horroroso y terrible cuando las cosas no suceden como quisiera, el llegar a asumir que me faltan habilidades para modificar ciertas cosas, el postergar las cosas, dejarlas para un mañana que nunca llega….

Maria