Una idea para el blog.

Intentaré ponerme en contacto con afectados, para que el que quiera aportar su experiencia a este blog, (poniendo a la edad que empezó con el SII, y la edad que tiene en este momento)...puedan hacerlo, mandándolo a esta dirección de correo .... alma_yaiza@yahoo.es y yo lo publicaré en el blog para que su testimonio quede aquí plasmado, firmando la entrada con los datos que esa persona me quiera dar. Con esto intento hacer ver a las personas que entren a leer el blog, que aún sufriendo el mísmo síndrome...cada uno de nosotros, lo sufrimos de diferente manera. Espero así poder aportar más datos, a modo de diario, basándonos en cada uno de nosotros...de como nos afecta, pues no siempre afecta del mismo modo a una persona que a otra. Esperando vuestras respuestas os doy las gracias de antemano. (Todas las entradas irán firmadas por la fuente....ó persona que nos la proporcionó..)

ASOCIACIONES DONDE TE PUEDES DIRIGIR

ASOCIACIÓN COLON IRRITABLE CATALUÑA www.aacicat.org _ ASOCIACIÓN MADRILEÑA SÍNDROME INTESTINO IRRITABLE http://www.amasii.org/

sábado, 18 de abril de 2009

Testimonio de Jaime

Soy Jaime, tengo 37 años.
A finales del mes de Octubre del pasado año 2008, empecé a notar que las deposiciones por la mañana eran poco consistentes, hasta que un día empezaron a ser pastosas y luego de la consistencia de la papilla, a la vez que el color de las mismas se volvía más claro. Por esas fechas también había notado, de vez en cuando, unos mareos o vértigos en determinados momentos del día, cosa a la que no di la mayor importancia en un principio. Pero llegó un momento en que, además de las deposiciones líquidas por la mañana, notaba mucho cansancio y malestar general; en un principio lo achaqué a que también estaba acatarrándome. Pero después, a todo este malestar se unió una idea obsesiva en mi mente; el mes de agosto tuve una relación sexual en la que, aunque no fue plena, no usé medios de protección, por lo que empecé a obsesionarme con la idea de poderme haber infectado de VIH, ya que muchos de los síntomas que estaba teniendo suelen aparecen en la primoinfección por este virus Pues bien, ya en Noviembre las diarreas se generalizaron a lo largo de todo el día, había momentos en que las digestiones eran rapidísimas, a los pocos momentos de comer ya estaba visitando el baño. La idea de infección se alojó por completo en mi mente y tenia la completa seguridad de que me había infectado por VIH. Así las cosas, fui a mi médico generalista y le expliqué la sintomatología que estaba teniendo.
En un principio me diagnosticó una simple gastroenteritis con los típicos medicamentos que se toman en estos casos (loperamida) y dieta blanda. Pero la cosa no mejoraba. Me hice una primera analítica de VIH, la cual dio resultados negativos, pero la idea obsesiva no salía de mi cabeza, no había esperado a que pasase el periodo ventana para que los resultados fuesen realmente satisfactorios, a esta analítica también se acompañó otra de bioquímica de la sangre en la que todo, salvo una transaminasa hepática fuera de los parámetros normales, era normal. Bueno, pues viendo, después de quince días en que la supuesta gastroenteritis no remitía, el generalista decidió derivarme al especialista en digestivo.
Este nuevo médico vio las analíticas que le llevaba y su colega le habló del estado de ansiedad por el que estaba atravesando. Decidió mandarme una nueva analítica para buscar otras posibles causas de mi padecimiento, en ella incluía la posibilidad de infección de e.coli, citomegalovirus, salmonella y eipstein barr (este último al ver que la transaminasa estaba elevada, pues es un sintoma propio de la infección por este virus), también me pidió pruebas de intolerancia al gluten y a la lactosa, además de un enema opaco. Todos los resultados fueron negativos, excepto por la infección el virus de epstein-barr (provoca la mononucleosis infecciosa) y la prueba de intolerancia a la lactosa.
Durante este tiempo las diarreas continuaban a diario (estuve quince días de baja laboral a causa de ello) y las heces cambiaron por completo de consistencia y color. Llegó un momento en que las mismas eran de color verdoso acompañadas de moco.
Antes de que me dieran los resultados (tardaron diez días a causa de alguno de los parámetros que se pedía en la analítica) el gastroenterólogo me dijo que estaba seguro de que se trataba de un caso de SII a causa de la ansiedad que estaba viviendo. Me dijo que hiciese vida normal, asi que simplemente me receto POLIBUTIN y me recomendó que hiciese un viaje que tenía planeado por esas fechas.
Tras volver del viaje me hice el enema opaco y el radiologo en su informe no apreció ninguna anomalía, y viendo los resultados de todo lo anterior, el especialista llegó a la conclusión de que la infección por epstein-barr me había provocado una primera gastroenteritis y que el posterior proceso de agravamiento se había debido a mis ideas obsesivas de infección por VIH. Cuando vi que había dado positivo en el virus de la mononucleosis, mi angustia se acrecentó aún más, pues tenía entendido que una de las infecciones oportunistas en caso de seropositividad era la mononucleosis infecciosa. Hablé con un médico de mi trabajo que tiene bastante contacto con personas seropositivas, me tranquilizó hablándome de la fiabilidad de las nuevas generaciones de test de VIH pese a no haber transcurrido el periodo ventana. Aún así, para que acabase con toda esta angustia, me dijo que fuese a la unidad de infecciosos del Reina Sofia, y hablase con el especialista que era amigo suyo para que me hiciera otra analítica de contraste. Este médico accedió a hacermela, pese a no estar en la Seguridad Social, sino en la mutua de funcionarios, y los resultados fueron idénticos a todo lo que hasta el momento me había hecho, además la prueba de VIH me la hizo con otra técnica mucho más fiable con resultado igualmente negativo. Esto fue por las Navidades, y los médicos me dijeron que me olvidase ya de ese tema pues dos pruebas, en dos laboratorios distintos y con dos métodos diferentes no podían equivocarse siendo el mismo resultado para ambas.

Los meses siguientes tenía días mejores y días peores, continuaba con el tratamiento de polibutin, pero lo cambiamos a spasmoctyl porque parecía que había dejado de hacer efecto. Seguí con este nuevo tratamiento hasta febrero en que, viendo que no mi intestino no recuperaba la normalidad (y aún con cierto miedo en el cuerpo de que las pruebas hubiesen fallado, incluso con cierta desconfianza sobre si las de la Seguridad Social las habían hecho realmente) decidí acudir a un nuevo especialista en digestivo que, viendo la radiografía y todo el historial de analisis, lo que hizo fue cambiarme el tratamiento por eldicet, paracodina y flatoril. Tuve un mes bastante bueno con este nuevo tratamiento, pero después de ir de nuevo a la consulta para la que me cito un mes después, empecé de nuevo con heces poco consistentes y molestias abdominales. Aunque la obsesión por la infección que te he dicho había perdido bastante intesidad, sin embargo a veces tenía mis dudas, pues las dos analíticas anteriores me las hice dentro del periodo ventana. Así pues, esta semana decidí pedir otra analitica a mi médico general para ver si la leve linfocitosis había mermado (también esto fue motivo de preocupación en su momento) y decidí utilizar un volante que tenía sin fecha para un nuevo test de VIH.

Aquí volvemos al inició del mensaje, el resto del día después de sacarme la sangre estuve bastante nervioso y con miedo al resultado de la nueva analítica. Creo que ello me provocó un constante y molesto pinchazo en la zona baja del vientre, los ruidos de tripas volvieron de nuevo y a la mañana siguiente las heces eran muy claras y muy poco homogéneas. La noche anterior decidí empezar a comer pan sin gluten y me sentó como una patada en el estómago, tanto es así que a la mañana siguiente lo eché todo casi sin digerir.

Fui a recoger los resultados y cuando vi que nuevamente había dado negativo en VIH sentí un enorme alivio, pues ya han pasado seis meses desde que tuve aquella relación y ahora sí puedo confiar plenamente en los resultados (de hecho el medico del trabajo me dijo que me la volviese a repetir en ese tiempo para confirmar las dos pruebas anteriores). Pues bien, fue ver los resultados y las molestias intestinales desaparecieron por completo, hoy incluso no he tenido ningún ruido intestinal como a veces sí tenía por las mañanas al despertar. Y aquí sigo de momento, con un enorme alivio interior y con la esperanza de que todo se haya debido a los nervios y al miedo, que al principio eran enormes y aunque luego mermaron, no desaparecieron del todo.


(Jaime)

miércoles, 15 de abril de 2009

Gastroenterología - Síndrome de intestino irritable

Última actualización de la noticia: 12/04/2009

1 Ficheros de sonido (10:02 mins):

Reproducir DOCTOR FERMIN MEARIN, PRESIDENTE DE LA ASOCIACION ESPAÑOLA DE GASTROENTEROLOGIA Y JEFE DEL SERVICIO DE APARATO DIGESTIVO DEL CENTRO MEDICO TEKNON (10:02 minutos)

Hay personas, muchas de ellas jóvenes, que tienen una mala calidad de vida a causa de problemas intestinales, como distensión abdominal, estreñimientos, diarreas y flatulencias. No es una enfermedad grave pero si muy molesta. Los expertos la han bautizado como síndrome de intestino irritable. Estas personas han probado de todo, sin conseguir un alivio en sus síntomas.

Se conoce por síndrome del intestino irritable la presencia de dolor en el abdomen que se asocia también a alteraciones en las deposiciones, y curiosamente mientras unos pacientes tienen estreñimiento, otros sufren de diarreas, y algunos de ellos pues combinan las dos, el estreñimiento y la diarrea. Generalmente hay otros síntomas asociados como son la hinchazón en el abdomen, la presencia de muchos gases, etc.

Es normal que estos pacientes al acudir al médico, tras realizarles las pruebas pertinentes, analíticas, ecografías, endoscopias u otras pruebas, tengan resultados normales y por tanto no se les diagnostique nada, pese al dolor, las diarreas y ese malestar.

El paciente que acude tras ir a varios médicos, y sigue con molestias pese a que sabe que no tiene nada grave porque ya se ha realizado multitud de pruebas, ya cansado de que le digan que no tiene nada, debe acudir al especialista para insistir en sus molestias y que así finalmente tenga un diagnóstico de síndrome de intestino irritable.

Muchas personas padecen esta dolencia, más o menos un 6 o 7% de la población, en algunos casos de forma puntual pero hay casos en que esta molestia es continua, a diario.

El tratamiento del síndrome del intestino irritable es complejo, ya que los síntomas son distintos y los mecanismos por lo que se producen también, habiendo medicamentos para la diarrea, otros para el dolor, y el apoyo psicológico es muy importante, aunque ahora han salido lo que se llaman probióticos, que son las bacterias buenas. En el intestino hay muchas bacterias, tanto buenas como no tan buenas, y se sabe que dar probióticos, bacterias buenas, puede mejorar nuestro funcionamiento intestinal, y reducir los gases y el hinchazón abdominal. Estos probióticos son absolutamente inocuos, sin tener ningún efecto adverso.

El colon irritable y el síndrome del intestino irritable es lo mismo, si bien para la población en general la gente lo conoce por colon irritable, y entre los profesionales de la medicina prefieren la otra terminología ya que se sabe que no sólo afecta exclusivamente al colón sino que puede afectar a una parte del intestino delgado.

El lactobacillus plantarum ha demostrado ser capaz de mejorar la hinchazón abdominal y la distensión con los beneficios de no tener efecto secundario alguno. De todas maneras, normalmente se necesita apoyar estos probióticos con otro tipo de fármacos y con el apoyo psicológico.

Gastroenterología - El Síndrome de colon irritable puede afectar psicológicamente

Última actualización de la noticia: 15/04/2009

1 Ficheros de sonido (11:21 mins):

Reproducir Entrevista a Esther Martí, Presidenta de la Asociación de Afectados de Colon Irritable de Cataluña. (11:21 minutos)


_ El colon irritable es una disfunción del intestino, que puede provocar diarreas, estreñimiento o ambas cosas en alternancia. También son síntomas la hinchazón de estómago, el dolor de barriga y gases, aunque hay pacientes que también padecen vómitos, dispepsia u otras afecciones.

Esta afección no depende directamente de la comida, ya que lo que un día te sienta bien otro día te sienta mal y los dolores son fuertes. Se entiende que en los casos en que se presenta diarrea, con innumerables visitas al servicio, con más de diez y quince deposiciones diarias, no sólo preocupa a nivel de salud, con malestar permanente, sino que también afecta al quehacer diario, siendo probable que se tengan que modificar los patrones de la vida laboral y familiar, lo que conlleva cierta desmotivación personal.

Últimamente hay avances tímidos en la investigación para tratar esta enfermedad, y por ejemplo en Gran Bretaña se está utilizando una técnica de hipnosis con gran resultado, y a nivel farmacológico, los laboratorios Salvat han sacado el protransitus LP, que son unos prebióticos que reconstruyen la flora intestinal y que ya están en el mercado. Este fármaco mejora la hinchazón y poco a poco va regulando la actividad intestinal del paciente.

Actualmente los gastroenterólogos empiezan a entender a los pacientes con colon irritable, que son enfermos crónicos y que no dependen de una pastilla. Para ello, esa enfermedad debe ser tratada por equipos médicos que incluyan aparte del gastroenterólogo, a un nutricionista y a un psicólogo, ya que esta enfermedad puede afectar la salud mental del paciente, ya que en momentos de diarrea y fuera de casa, si no hay servicios cerca, un hotel, bar o gasolinera se produce una ansiedad peligrosa que se debe corregir.

El objetivo es que este servicio de medicina, con tres especialistas, sea incluido por la Seguridad Social y así tener una mejora en el tratamiento de esta enfermedad, ya que se sabe que un 17% de la población española tiene esta afección, si bien los hay que no están diagnosticados por cuanto se creen que esa sintomatología, al ser habitual, es normal.



Fuente
: http://www.vivirmejor.es/